Soy Gracia Luque Muñoz
Soy artista plástica
y maestra de Educación Infantil
Empecé a pintar en la adolescencia en Córdoba. Soy autodidacta.
Mi primera exposición la hice en el instituto Averroes de Córdoba, cuando era alumna, en 1988.
Durante las décadas ochenta y noventa del pasado siglo hice distintas exposiciones, obtuve premios, hice trabajos creativos por encargo y colaboraciones.
También creé el departamento de educación del museo Alfonso Ariza de La Rambla (Córdoba), diseñando distintos itinerarios artísticos-pedagógicos y publiqué una guía didáctica del museo destinada
Lo que me
permitió participar e impartir actividades de difusión y formación relacionadas con la didáctica del arte.
EL ANDAMIO DEL ARTE
Después del arte, a la vez, descubro mi vocación de maestra y curso estudios de Magisterio y Psicopedagía, y obtengo la plaza de docente en Madrid en 2001.
Desde entonces intento aunar mis 2 vocaciones y pasiones, la del arte como amante y creadora, y la de docente como maestra e investigadora, hibridándose ambas. Durante estos años de docencia, pese a las adversidades administrativas, he creado un andamiaje para el arte con todas las niñas y niños, es mi proyecto como maestra y artista plástica que he denominado EL ANDAMIO DEL ARTE.
Mi última exposición la he hecho en 2019 en Colmenar Viejo, donde ejerzo como maestra desde hace 15 años. Esta exposición se llama DEHISCENCIA, donde reabro la herida cerrada y siempre abierta de la pintura.
En esta exposición volqué mi investigación docente y mi creación como pintora diseñando diálogos con el arte y talleres en la propia exposición con todos los alumnos, maestros y numerosas familias de mi colegio.
Las alumnas y alumnos desde 3 a 12 años practicaron en el taller intervenciones o recreaciones sobre las obras de la exposición que cada uno eligió; estas producciones quedaron integradas en la propia exposición dado el carácter helicoidal de mi obra como pintora y mi desempeño docente.
Actualmente estoy investigando sobre las revisitaciones e intervenciones de las alumnas y alumnos sobre mi obra como culminación de mi proyecto EL ANDAMIO DEL ARTE, para continuar el proceso helicoidad de mi formación y creación.
OBRA PLÁSTICA. EVOLUCIÓN. ETAPAS
Desde finales de la década de los 90 hasta ahora mi creación plástica ha ido dirigiéndose desde la plasmación panteísta de la naturaleza hacia las formas orgánicas y vegetales, a la vez que de forma autodidacta he ido estudiando su presencia en la Historia del Arte, posibilitado por mi asentamiento en Madrid, donde he visitado con fruición los grandes museos y exposiciones.
Desde el amor, a artistas como Matisse, Sonia Delauney, Bonnard, Vuillard, Boticelli, Guston, Kupka, Hokusai, Anglada Camarasa, Guston, o movimientos tan pregnantes como el Modernismo, mi pintura se ha ido encarnando en los motivos vegetales, el color, las calidades hápticas o sinestésicas y las vivencias emocionales que nos produce esta pintura. Desde donde, con un proceso de andamiaje previo a la ejecución que comprende: búsqueda, paseo, poesía, compilación clasificación, experimentación, ejecución, producción y evolución, he creado cuadros con elementos vegetales vivos que yo he denominado MODERNISMO ORGÁNICO, la cual comprende la primera década del siglo XXI.
Al final de esta primera década, precisamente cuando me he alejado de mi Córdoba, de mi tierra, estoy desde 2003 en Madrid de manera definitiva, y encuentro el amor de mi vida con el que alcanzo la plenitud, continúo con la plasmación de la naturaleza en mis obras. Es ahora cuando mi emoción y mi pensamiento se dirigen hacia mi tierra, hacia los campos del valle del Guadalquivir de Córdoba, es la etapa que yo he llamado LA CAMPIÑA IN ABSENTIA. Donde empiezan a a aparecer motivos, cultivos, sensaciones, ideaciones, versos de mi tierra, de los caminos del pueblo de mis padres (La Rambla, Córdoba), de su tierra roja, de forma tal vez elegíaca o carmínica.
También me he centrado en una imagen en concreto, en la ambientalización de un sentimiento plástico vivido en un lugar heterópico: uno de los caminos que recorro es el llamado camino de Tentecarretas entre La Rambla y Montalbán. Hay un hito, tras una extenuante ascensión siento un estremecimiento, donde siempre me detengo en una loma y me siento vivificada por la campiña en su belleza y plenitud (en la imagen de a continuación se muestra levemente este lugar).
Fruto de esta ecotopía, estas sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos, se han trasladado a mi obra configurando lo que yo he llamado la SERIE de TENTECARRETAS que vengo desarrollando en los últimos años. La vivencia de la hondura y la plasticidad que este lugar tiene para mí se está traduciendo en distintas obras.
La evolución de mi relación plástica, sentimental e intelectual con las formas de la naturaleza continúa en helicoide. Ya en los últimos años de esta década he vuelto a identificar y a encontrar relaciones pictóricas entre las formas orgánicas vegetales y las formas en las que se ha conceptualizado a las mujeres en la Historia del Arte. Asimismo continúo experimentando con la integración y el entrañamiento matérico de las texturas, las calidades hápticas o la factura de los pigmentos en mis obras. Desde aquí se crean otra serie de composiciones en las que los motivos femeninos se hibridan con las formas vegetales, las obras se llenan de CARNACIÓN, VEGETACIÓN, FLORES.
En el período del confinamiento acaecido por la crisis de la pandemia, durante estos meses de 2020 he pintado, y el desentrañamiento emocional me ha llevado tal vez a retomar vertientes expresivas que desarrollé en mi adolescencia (y que en la muestra de este portfolio vital no he presentado). Quiero aludir a una vertiente más expresionista, sin duda introspectiva, en la que el cuerpo de la mujer es el objeto y el sujeto expresivo de otros sentimientos o pensamientos. Es expresarme a través de la carne –como lo puedo hacer el pintor Freud-, fruto de esto es esta obra, pintada en el que para mí ha sido durísimo confinamiento, por la crisis mundial, y por una crisis personal sufrida durante años, y la ruptura del amor de mi vida que se produjo en el día primero del confinamiento.
No obstante, la vida ¿qué vida?, el ciclo de la vida vegetal, las estaciones, el ajardinamiento, la cercanía con mis alumnos, los caminos de la campiña que estoy revisitando mientras escribo este trabajo, los versos elegíacos que escribo a mi amor perdido, las densas compilaciones que atesoro de herbarios y clasificaciones cromáticas y vegetales, la semilla negra, mi amor intacto y en crecida, el autosostenimieno y andamiaje en definitiva …… me hacen volver, siempre he seguido pintando aunque haya hondas crisis en mi vida. Así que finalmente muestro una postrera obra empezada, en la que no me aventuro del todo, no sé, quizá retome el MODERNISMO ORGÁNICO, LAS CARNACIONES DE MUJERES Y FLORES, LAS SERIES DE CAMINOS COMO TENTECARRETAS, EL ANDAMIO DEL ARTE con los infantes, o la serie más expresionista o introspectiva, o mi amor vuelva, ojalá.
